Así vive la competición un triatleta Ironman

En Plameca somos patrocinadores de Fabián Carmona (26 años), triatleta de la modalidad Ironman, prueba consistente en 4.000 metros de natación, 180 kilómetros en bicicleta y 42,2 kilómentros corriendo. El primer domingo de este mes ha corrido el Ironman Barcelona. Tras unos días de reposo y reflexión ha escrito una crónica de la competición. Hemos creído interesante compartir sus reflexiones para que podáis haceros una idea de las vivencias de un superdeportista durante una carrera dura como la descrita.

 

Así lo explica Fabián Carmona: «Llegué al día de la prueba en un estado de forma excelente y con la motivación por las nubes. El día previo a la carrera transcurrió según lo planeado, dejando a primera hora el material preparado en boxes y dedicándome el resto del tiempo a descansar y a mentalizarme positivamente para la gran cita.

 

»El domingo suena el despertador a las 5:15 horas y me doy cuenta que he podido dormir 6 horas y media seguidas, cosa que resulta difícil en la noche previa a una gran prueba. Todo marcha de maravilla. Desayuno mi habitual menú de competición y después me dirijo hacia la línea de salida. A las 7:30 horas ultimo los preparativos en boxes y me enfundo el neopreno.

Natación

»Nado los 4.000 metros en 1 hora y 12 minutos. Estoy contento por haber hecho mi mejor marca personal a pesar de lo poco que he podido entrenar en los últimos meses.

Bicicleta

»Ruedo los 180 kilómetros en 5 horas y 7 minutos. Comienzo buscando mi ritmo de crucero y veo que físicamente el cuerpo responde, así que decido pedirle un puntito más y logro pasar por el primer checkpoint de Montgat (km 54) a 39,1km/h. Voy regulando potencia e intensidad, llegando al siguiente punto kilométrico en Calella (km 90) a 36km/h de media. Allí veo a mis padres que me animan y me vengo arriba para afrontar la segunda vuelta. Sigo a buen ritmo hasta el siguiente checkpoint de Montgat (km 141) donde llego con una media de 36,6km/h. Pero es en los últimos 35 kilómetros de vuelta hacia Calella donde noto que algo empieza a fallar, el cuerpo no va fino y comienzan a flaquearme las fuerzas. Voy perdiendo chispa hasta que, en el kilómetro 150, noto que me he vaciado por completo. Sin gasolina, tiro de fuerzas de flaqueza para completar el sector de bicicleta a una media de 35,1km/h, logrando a pesar de todo mi mejor marca personal.

Carrera a pie

»Recorro los 42,2 km en 4 horas y 54 minutos. Al llegar a boxes, vacío de energía, lo primero que pienso es en abandonar, ya que correr un maratón sin energías se puede convertir en un verdadero suplicio mental y físico. Sin embargo, veo a mis padres que me esperan impacientes en la T2 para verme empezar a correr y mi corazón me pide seguir por ellos. Salgo a correr tratando de coger un ritmo suave que pueda mantener durante el máximo número de kilómetros, pero veo que, vacío de energía, a pesar de comer y beber en los avituallamientos, es misión imposible y es demasiado tarde para corregir el error. En repetidas ocasiones pienso en abandonar, pero por respeto a mis padres decido continuar corriendo, trotando y andando hasta llegar a la línea de meta y acabar mi sexto Ironman, tal vez el más duro a nivel psicológico, en un discreto tiempo de 11 horas y 25 minutos.

 

»Mi fallo en este Ironman fue en el sector bicicleta, donde no ingerí suficiente energía para afrontar tal consumo calórico. A veces no es tan fácil como parece, ya que una vez metido en plena competición, la concentración es tal que te descuidas o no calculas bien los tempos de ingesta e hidratación».

 

Fabián Carmona termina su crónica con una frase de Henry Ford: «El fracaso es la oportunidad de empezar de nuevo con más inteligencia». Desde Plameca entendemos los sentimientos del triatleta porque sabíamos que quería hacer su mejor marca personal. A pesar de ello creemos que finalizar seis Ironman con sólo 26 años es una proeza al alcance de unos pocos elegidos. ¡Tienes muchos éxitos por delante, Fabián!