A menudo pensamos en el cansancio o agotamiento como algo físico, pero el cansancio mental existe y es probable que lo hayas notado. Nuestro ritmo de vida, el estrés, las preocupaciones y el multitasking pasan factura a nuestro cerebro y nos restan energía.
¿Qué es el cansancio mental y cuáles son sus síntomas?
Aunque es normal sentir cansancio mental ocasionalmente, es importante que conozcas qué es y cuáles son sus síntomas para tenerlo bien identificado y aprender a evitarlo o a lidiar con él.
Se trata del cansancio que siente nuestro cerebro, lo que provoca que nos sintamos débiles mentalmente hablando. Además, puede ir acompañado de cansancio físico o a la inversa, el cansancio físico puede venir acompañado de fatiga mental.
El estrés es el peor enemigo del cansancio mental, pero no es el único detonante de esta fatiga que todos hemos sentido alguna vez. La falta de actividad física o una sobrecarga de ella, la mala alimentación, el sobrepeso, la falta de sueño o situaciones de tensión recurrentes pueden derivar en esta dolencia a menudo poco tenida en cuenta.
Y es que la fatiga psicológica afecta a todas las áreas de nuestra vida cuando la padecemos:
- Problemas de sueño
- Falta de energía
- Apatía
- Falta de concentración
- Irritabilidad
- Dolor de cabeza
- Cansancio físico
- Alteraciones en la productividad
¿Cómo evitarlo?
Una vez tenemos bien identificado de qué se trata el cansancio mental podemos identificar con facilidad cuándo lo padecemos. Aunque lo importante trabajarlo para no llegar a este estado.
¿Y cómo lo hacemos? No es nada nuevo, pero desconectar con cualquier tipo de actividad que nos produzca placer ayuda. A muchos les ayuda hacer yoga y meditar, conectar con su yo interno, pero hay otras actividades como bailar, leer, cocinar o simplemente ver tu serie favorita con las que logres mantener a raya el cansancio mental. Pero eso no es todo:
- Priorizarse: aprender a decir que no es un gesto sencillo que no aportará muchos beneficios tanto a nivel físico como mental. Si el cansancio que sientes no te permite disfrutar de actividades sociales, por ejemplo, dedícate ese tiempo a ti. ¡Cuídate!
- Gestión del tiempo: es el activo más valioso que tenemos, el tiempo, y aprender a gestionarlo adecuadamente no solo te ayudará a mejorar tu rendimiento y alcanzar tus objetivos, sino que reducirá considerablemente el estrés. Sé consciente del tiempo que tienes disponible para cada área de tu vida y cada tarea y evitar crear listas de cosas que hacer que sabes que no vas a poder cumplir.
- Relativizar: es fácil decirlo, pero no tanto ponerlo en práctica. Aprender a tolerar la frustración y saber conservar la serenidad antes situaciones adversas no hará que el momento difícil lo sea menos, pero sí a que lo superes con más facilidad y rapidez, lo que te beneficiará enormemente y reducirá el estrés que implica la experiencia.
Cómo lidiar con el cansancio mental
Los tres pilares son esenciales: comer bien, descansar correctamente durante las horas necesarias e hidratarse son tus mejores aliados a la hora de reconducir el cansancio mental.
Cuidar cuerpo y mente debe ser nuestra principal prioridad. No obstante, si sientes que con estos y los anteriores consejos no consigues regular tu fatiga mental, te podrían ayudar complementos alimenticios a base de:
- Ácido pantoténico (vitamina B5), que ayuda al rendimiento intelectual normal.
- Zinc, que contribuye a la función cognitiva normal.
- Vitamina B5 y B12, que contribuyen al funcionamiento normal del sistema nervioso.
Si observas que el día a día te supera, que no llegas a todo o que el estrés se apodera de ti, presta atención a tu mente y cuerpo y cuídalos.