Carolina Cerezuela: “Dormir y sentirse bien por dentro es lo que se ve por fuera”

Carolina Cerezuela es una mujer polifacética: modelo, actriz, presentadora de televisión, esposa y madre de tres hijos, y ahora también cantante. Actualmente se encuentra en plena promoción del disco Manzana de Caramelo (Sony Music), que ha grabado con el cantautor mallorquín Jaime Anglada. La revista Salud Total ha entrevistado a Carolina Cerezuela y a nosotros nos ha parecido interesante compartir qué hace la actriz para lograr su bienestar.

Carolina Cerezuela (36 años) nunca ha hecho una dieta específica para adelgazar y come de todo. Lo que sí que hace es compensar. Si al mediodía se excede, cena algo ligero, y al revés: si prevé que cenará más, almuerza una ensalada con pollo a la plancha. Le gusta desayunar fuerte para aguantar hasta la hora de comer, tanto si es a la una como a las tres. Suele desayunar frutos secos y una tortilla de dos claras con jamón york y queso. Lo acompaña con zumo de naranja y café.

Confiesa que toma muchos suplementos nutricionales. Entre ellos cita aceite de onagra, omega-3, reishi y alga espirulina. Aunque no es un suplemento, también acostumbra a beber infusiones de jengibre natural. Pero su secreto para estar radiante es dormir. Asegura que “dormir y sentirse bien por dentro es lo que se ve por fuera”.

Estando casada con el ex tenista profesional Carlos Moyà, el ejercicio físico se ha convertido en uno de sus hábitos saludables fundamentales. Es disciplinada y practica deporte siempre que las circunstancias se lo permiten. En verano, le gusta “nadar, ir en bicicleta o navegar en piragua con los niños, jugar a pádel, hacer surf” o simplemente caminar por las playas de Mallorca, donde vive la familia Moyà Cerezuela. En invierno va al gimnasio y juega a pádel.

Para disfrutar del tiempo libre, tanto a Carolina Cerezuela como a Carlos Moyà les gusta estar en casa, alejados de los focos, disfrutando de sus dos hijas y un hijo (de 2, 3 y 5 años) o con amigos. Reconoce que son “caseros”. Ella y él están implicados por igual en la crianza de los hijos y, a nivel logístico, cuentan con la ayuda de una persona de servicio en casa. Siempre se han preocupado de que los niños crezcan con apego emocional a la familia y a los hermanos. Les hacen saber que nunca deben sentirse solos y que, a pesar de los muchos viajes de la pareja, siempre hay uno de los dos para recogerles a la salida del colegio. Intentan no inculcarles nada ni apuntarlos a ninguna actividad extraescolar, si es que ellos no lo piden. Eso sí, ya desde bien pequeños les enseñan a comer de todo y a llevar una dieta saludable.